COSTUMBRES FUNERARIAS EN EL CONCHALITO, LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR

Ten years of study it has allowed to establish that the conchalenses buried twice to their deads, the first one happened to the moment of the death, when the body previously shrouded in flexioned form, was placed in a not very deep grave and had already placed a layer or "bed of shells" an...

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Uložené v:
Podrobná bibliografia
Vydané v:Anales de antropología Ročník 38; s. 139
Hlavní autori: Alfonso Rosales López, Sánchez García, Leticia C
Médium: Journal Article
Jazyk:Spanish
Vydavateľské údaje: Mexico City Universidad Nacional Autonoma de Mexico 01.01.2004
Predmet:
ISSN:0185-1225
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Popis
Shrnutí:Ten years of study it has allowed to establish that the conchalenses buried twice to their deads, the first one happened to the moment of the death, when the body previously shrouded in flexioned form, was placed in a not very deep grave and had already placed a layer or "bed of shells" and accompanied with objects of personal use. En el transcurso del tiempo sucedieron importantes cambios geológicos y físicos en la zona, lo que permitió el establecimiento de dos áreas geomorfológicamente diferentes: una zona alta inmediata a la línea intermarial que se extendía 25m hacia el interior peninsular, en donde la actividad cultural se dio en forma intensa y un área baja que estuvo sujeta a invasiones de agua marina que rodeaba a la primera; los periodos de inundación propiciaron el crecimiento de flora propia de los esteros, con el consecuente aporte de nutrientes al mar, lo que permitió una reproducción explosiva de moluscos, los cuales se extendieron rápidamente por todo el entorno acuático que rodeaba al sitio, proporcionando una potencial fuente alimentaria para el hombre (Rosales López y Fujita, 2000: 126-127). El segundo fue un entierro múltiple compuesto por dos esqueletos adultos, uno masculino y el otro femenino(entierro 23), cuyos huesos presentaban evidentes huellas de corte (figura 13), el primero estaba en posición boca abajo (decúbito ventral), y al igual que el entierro 30 tenía la bóveda craneana separada, había un tajador de piedra (hacha de mano) 5cm arriba del cráneo, atrás de este último se encontraron fragmentos de cadera, lo que sugiere que este individuo fue seccionado, sin embargo, sólo se encontró, debajo de las costillas, un fémur que al parecer pertenecía a la cadera, mientras los demás huesos no fueron hallados. DISCUSIÓN La posición extendida y flexionada de los esqueletos no requiere mucha explicación, ya que son formas muy generalizadas de inhumación en todos los grupos humanos, así al revisar la literatura sobre exploraciones de entierros humanos en la península, noreste de México y suroeste de los Estados Unidos, se encontró que algunos entierros flexionados habían sido reportados por Massey y Osborne (1961: 62-435) en la Bahía de los Ángeles, casi a la mitad de la península de Baja California sobre la costa del Golfo; por Linding (1964: 284-286) en el área pima, casi en el centro del estado de Sonora, México; por Pastron (1974: 308-311) en la sierra Tarahumara, México; por Rozaire (1962: 84-86) en la isla San Clemente, frente al estado de California, Estados Unidos; por Morris y Erlandson (1993: 57-58) en la isla Santa Rosa, frente al estado de California, Estados Unidos; por Cressman (1933: 116-130) en el Gold Hill al suroeste de Oregon; por Gruhn (1961: 37-39) en el Snake River en Canyon County al suroeste de Idaho, Estados Unidos; por Shafereí al (1989: 17-30) en el NAN Ranch Ruin en Nuevo México, Estados Unidos; por Field A. (1956: 161-184) en Lampasas; por Burnet y San Saba Countien en Texas, Estados Unidos; y por Breternitz D. A. y colaboradores (1971: 170-182) en Gordon Creek al noreste de Colorado, Estados Unidos.
Bibliografia:SourceType-Scholarly Journals-1
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ISSN:0185-1225